“SIN INDUSTRIA NO HAY NACIÓN Y SIN PYMES NO HAY INDUSTRIA”

Así lo remarcó la exministra de Economía, Felisa Miceli, al disertar en la Mesa “Las PyMEs industriales y su ecuación de costos” en la que también se debatió sobre el rol de las pequeñas y medianas empresas en la formación de precios. Hubo un fuerte llamado a que el Estado “fije reglas claras” en los circuitos productivos

En el inicio de la segunda semana de las Mesas de Trabajo previas al 4° Congreso Industrial del Consenso Nacional del Trabajo y la Producción, empresarios PyMEs y referentes de la economía nacional discutieron sobre la conformación de las estructuras de costos de las pequeñas y medianas empresas. En un debate virtual que transcurrió a lo largo de dos horas, se advirtió sobre el “efecto jamón del sándwich” que limita la “autonomía” de las pymes a la hora de definir los valores de su producción.

En este sentido discurrió la ponencia de la exministra de Economía, Felisa Miceli, que estuvo a cargo de la coordinación junto al presidente de la Unión Industrial de Berazategui, Gabriel Leiter, y el economista de la Central de Entidades Empresarias Argentinas (CEEN), Jorge Marchini.

Para la exfuncionaria, “muchísimas veces las PyMEs son como el jamón del sándwich, porque están en el medio de las medidas macroeconómicas que toma el Gobierno y de las decisiones de otras empresas más grandes”. Por ello, aseguró, “ las decisiones de las PyMEs sobre su ecuación de costos no son tan autónomas como suele pensarse”.

Asimismo, Felisa Miceli hizo referencia al actual contexto económico y destacó que “en el acuerdo con el FMI anunciado esta mañana el Gobierno evitó una devaluación que se hubiera trasladado a precios”. Igualmente, reconoció que “ tanto el impuesto PAIS que se cobra sobre bienes o servicios importados como el tipo de cambio que se otorga a empresas exportadoras representan devaluaciones sectoriales” que recaen sobre las PyMEs.

A su vez, Miceli indicó que “ hoy no hay financiamiento accesible para las PyMEs” y resaltó que “ el componente de incertidumbre tiene una participación importante en la estructura de costos de las pequeñas y medianas empresas” y es un elemento por el que “toda la sociedad paga un costo”.

En tanto, el economista Jorge Marchini remarcó que “ la inflación agudizó y puso más en relieve problemas que no son nuevos” y sostuvo que “es fundamental que nos preguntemos si es posible generar un ámbito de relacionamiento distinto entre las PyMEs y el Estado”. “ El control cambiario y las medidas de emergencia generan presión sobre las PyMEs y en cómo y cuándo podrán acceder a las importaciones”, aseguró.

Asimismo, el integrante del CEEN agregó: “¿Por qué son tan caros aquellos productos con materias primas y condiciones de fabricación locales? Aquí tiene mucho que ver la concentración de la oferta o porque las empresas tienen una opción de mercado externa que genera más perspectivas y es más estable”. “El financiamiento es un tema crítico porque hay poca demanda de créditos para las PyMEs”, subrayó.

A su turno, el empresario Gabriel Gleiter, narró su experiencia en el sector textil y aseguró que “es una industria muy sufrida” porque “ el 52 por ciento de los costos son impuestos”. Además, advirtió que “ con tasas de interés superiores al 100 por ciento, las ganancias se licúan”. “Al comprar nuestros insumos, tenemos grandes proveedores que nos imponen las formas de pago, el precio y no tenemos otra que pagar: el precio está marcado por una ecuación internacional y local”, añadió.

Al finalizar el debate, la exministra de Economía, Felisa Miceli, celebró el intercambio de pareceres y destacó que espacios como el 4° Congreso Industrial del Consenso Nacional del Trabajo y la Producción “son importantes porque aquí surgen las ideas que son necesarias” para el desarrollo de políticas públicas que beneficien a las PyMEs. “Sin Industria no hay Nación y sin PyMEs no hay Industria”, puntualizó.